domingo, 30 de agosto de 2015

De la Plutocracia Neoliberal contra Varoufakis y de la Democracia de las Ranas


1. En Matrix. La democracia

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En España, cuando lo que nos jugamos es vital para nosotros, los falsos demócratas nos contamos por millones. La democracia no nos interesa en absoluto. Solamente hablamos de democracia cuando la política nos es favorable. PP y PSOE se han pasado 40 años defendiendo una Ley Electoral General profundamente antidemocrática por motivos hegemónicos, y nos ha dado lo mismo. Hemos seguido votándoles una y otra vez, haciendo oídos sordos a quienes lo denunciaban, en vez de apoyarles.

Catalunya es la tormenta perfecta de la antidemocracia, una tierra que siempre ha alardeado de "seny", de civilizada y de locomotora económica e intelectual de España es el mejor ejemplo de que la democracia nos da igual, en Catalunya, y fuera de ella.

Respetar la esencia del Derecho a Decidir significa respetar la esencia de la democracia y fomentarla. Desde hace unos cuantos años, ha habido millones de personas en Catalunya (y fuera de ella) que rechazaban este derecho con argumentos pueriles. ¿Por qué? Sencillo. Porque la actual situación impuesta, no democrática, ya les era de buen recibo. Y este ha sido uno de los grandes y legítimos argumentos de gran calado del independentismo catalán.

Pero ahora, lo más deplorable y cínico aparece cuando el independentismo catalán se da cuenta de que va muy justo de votos en sus estadísticas internas, y decide declarar la Independencia, incluso con minoría de votos. Todos aquellos ciudadanos, "grandes demócratas" de la "Uve" y de la "Via Catalana", que defendían el Derecho a Decidir, no han expresado ni un susurro de queja en el seno de "Junts Pel Sí" después de que Artur Mas confirmase que declarará la Independencia aunque sea con minoría de votos, tan solamente usando la mayoría de escaños que le otorgaría la Ley Electoral General española. ¡Y eso después de tildar las Elecciones Autonómicas de plebiscitarias! No hay nada más parecido a un golpe de Estado o a la decisión de un dictador. Y además, añade que "preferiría la mayoría de votos para hacer las cosas bien". Es decir, prefiere hacerlo bien, pero lo hará bien o mal, con democracia o sin ella. Tantos años con Franco, que ahora en Catalunya hemos inventado la Dictadura de los buenos deseos.

No importará si "Junts Pel Sí" consigue o no la mayoría, se hará lo que ellos digan. Y no hay que esperar al 27-S para ver los resultados electorales, ya que la declaración de intenciones no es sólo antidemocrática, sino que profundamente hipócrita después de pasarse años defendiendo el Derecho a Decidir como argumento antiespañolista. Y ninguno de los millones de seguidores de la Independencia ha alzado la voz, porque en el fondo, a ninguno nos interesa la democracia, sólo queremos ganar. 

Y, tal como he comentado, esto no es patrimonio único del independentismo. Tiene que ver con nosotros, con todos y cada uno de los ciudadanos, con nuestra formación política y con estar dispuestos a ejercer y a asumir un pensamiento crítico y autocrítico individual, incluso cuando la política no nos es favorable.

2. Fuera de Matrix. La democracia

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El pasado 27 de agosto leí en el diario "Público" que “Varoufakis no participará en las elecciones y creará un movimiento prodemocracia paneuropeo”, con el objectivo de restaurar la democracia en toda Europa.

También recuerdo el epílogo de su libro “Economía sin corbata” donde Varofaukis nos enfrenta al dilema de Matrix de escoger entre la píldora azul (las engañosas mentiras económicas en las que todos vivimos y que asumimos como ciertas; pero que nos conceden la “tranquilidad” de ser guiados por los que ejercen el poder) y la píldora roja (enfrentarnos a la verdad amarga, ver las mentiras de los poderosos, y practicar el pensamiento crítico para comprender las realidades básicas).

Se desprende de forma inmediata lo que cada vez presentimos más ciudadanos: el declive de la democracia en Europa, y la realidad paralela en la que los ciudadanos nos hemos instalado, esa Matrix que nos impide tomar plena conciencia de lo que se cocina en el mundo real.

Así que, ciudadano lector español, catalán o ambas cosas; aprovechando la metáfora de Matrix de Varofaukis, -y alguna más- si te sientes profundamente demócrata y te has dado cuenta de que tu nave se está hundiendo, a continuación vamos a intentar encontrarnos con el cáncer que está acabando con la democracia en el mundo. Empezaremos degustando el menú de la economía mundial. 

3. En Matrix. Menú: Rana Cocida

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Quizá los que somos menos jóvenes ya nos hayamos convertido en aquella cándida rana que mientras lentamente hierve en el caldo de la olla, no nota el exceso de calor hasta que ya es demasiado tarde. Nos cocemos vivos a gusto, sonriendo, aplaudiendo y dando nuestro voto al guapo y simpático cocinero que prepara nuestras sabrosas ancas con maestría; a la vez que nos convence de que somos los ciudadanos más libres, los más afortunados, los más responsables, y los más sabios de este país. Somos diferentes, somos los mejores, y lo somos, única y llanamente, por amar al cocinero por encima de la razón y de la crítica, por quedarnos quietos en la olla y por hacer poco o ningún ruído. Alienación infantil.

Pero con resultados espectaculares, especialmente en la gran franja de ciudadanos que debido al franquismo y al postfranquismo no pudo acceder a la formación necesaria para adquirir los recursos intelectuales críticos necesarios. Todos los partidos sin escrúpulos se los disputan con bocadillos y viajes en autocar. También con grandes resultados en la clase media española, que pese a la crisis consigue mantener su rutina diaria y económica con un mínimo de dignidad. Lo que se mantiene, no se toca. Inmovilismo. No estamos mal. Lo siento por los otros. Lástima y dádivas.

Y es que la rutina diaria nos aliena, nos reconforta y nos consuela, y cuando el calor de la olla aumenta con la crisis, si no se nota de forma crítica, pensamos que ya se enfriará en tiempos mejores. España crece. Lo dicen los organimos europeos. Lo creemos, tenemos fe. Es la palabra del cocinero, del más listo y más guapo del lugar, el cocinero de la OTAN, el del Opus, el de la Gurtel, el de los ERE, el de la Púnica, el del Palau, …. Nos mantendrá el caldo calentito y sin quemarnos. Renuevo confianza. Más calor. Renuevo confianza. Más calor. Renuevo confianza. Más calor. Renuevo confianza. Más calor. Rutina.

4. En Matrix. A la Carta: Hipoteca a la Plancha
 
¿Y de qué otras labores se responsabilizan los cocineros de ranas? De llevar las cuentas del restaurante. Este es el escalofriante estado de la Deuda que tiene el restaurante español desde la Transición.   
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Se han dedicado a:

Hipotecar el país. Hipotecar la libertad. Hipotecar el futuro. Hipotecar los derechos humanos. Hipotecar la sanidad, la educación, la dependencia. Hipotecar la democracia.

La buena praxis financiera no recomienda préstamos superiores a un 33% de lo que uno ingresa. Sin embargo, Felipe González dejó una hipoteca de más del 60%, el espejismo de Aznar bajó la deuda privatizando el suelo y sembrando la burbuja inmobiliaria, además de vender/regalar un incalculable patrimonio público español.  “España iba bien”. Zapatero volvió a descorchar la deuda, y finalmente, con Rajoy, llegó la barra libre. Hoy tenemos una “hipoteca” cuyo valor nominal es de casi el 100% de lo que ingresamos, algo impagable, tal como defienden numerosos economistas, como Niño Becerra. Este año, solamente en intereses pagaremos más de 35.000 Millones de Euros.

Estamos en quiebra irreversible desde hace años. No nos extrañe que el FMI anuncie para 2016 la necesidad de más recortes sociales. En pocos años necesitaremos el 100% del gasto social para pagar una deuda creciente en capital y en intereses. La mejoría de nuestra economía nunca será suficiente para pagar una deuda de este calibre. Si nuestro cocinero nos explicase con crudeza esta situación, nos llevaríamos las manos a la cabeza. Pero no es así. Nuestro cocinero explica que la economía española crece más que ninguna y que nos cocemos más guapos que nadie.

Y si es escandalosa la deuda española y la pérdida de la democracia en nuestro país, no lo es menos la situación análoga que sufren todos los países democráticos del mundo. Los tanques plutocráticos ya han tomado posiciones. Nuestras defensas han sido reemplazadas por el cocinero servil y por la sopa de rana cocida y contenta. Rutina. Inmovilismo. Todo va bien. Lo siento por los otros, pero a mí me va bien. A menudo les pasa porque son unos vagos.

En esta URL, también de Expansión/Datosmacro.com podremos analizar la deuda de EEUU y Europa comparada a su PIB, así como la de otros países. 

La conclusión inmediata es que la impresionante dependencia económica externa de todas las democracias del mundo, el altísimo valor de las deudas de todos los grandes países democráticos, es una clara advertencia de que otra era está asomando a la vuelta de la esquina. Estamos protagonizando el principio del fin de la democracia. Y eso que en España, aún no habíamos pasado a segundo curso. Mientras, rutina. 

5. En Matrix. Pensamiento crítico: Despedir al cocinero

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Esta crisis ha venido para quedarse, para transformarnos, y para someternos. Y esto ocurrirá indefectiblemente si nuestras únicas armas para defendernos son conservar la rutina, no salir de la olla de las ranas, hacer la revolución intraolla de las ranas -como en Catalunya-, rezar mucho, o no ejercer un pensamiento crítico e individual al margen de las formaciones políticas que nos son afines. Romper rutina. Pensar en los hijos, pensar en el futuro a medio plazo.

No querría ser pesimista, pero hoy lo soy. España -y gran parte del mundo-, estamos ya al borde de la catarata que nos conducirá al cauce neoliberal y oligárquico de por vida. Se intuye el final de la democracia en Europa en no demasiados años. Se precipita el cambio. La Ilustración ya involuciona en el nuevo siglo XXI. Simbólicamente, un nuevo “rey capitalista” recuperará el poder absoluto y pasaremos a ser nuevamente súbditos. El feudalismo del siglo XXI. Son las instituciones económicas y financieras, gobernadas y dirigidas por las grandes fortunas (plutocracia) que nos han prestado el dinero, no democráticas, las que ordenarán y sancionarán a nuestros Parlamentos, las que dirán qué podemos decidir, las que guiarán nuestras vidas, no sólo indirectamente como hasta hoy, sino también de forma directa y dictatorial, con leyes que nos someterán. Nuestra sanidad, educación, trabajo, derechos humanos, el futuro de las nuevas generaciones,…. todo se precipita al vacío. Romper rutina. Pensar en los hijos, pensar en el futuro a medio plazo.

Y este nuevo rey absolutista, la plutocracia neoliberal, es el Master Chef de las ollas de ranas de todo el mundo ante el que se arrodillan y rinden pleitesía todos nuestros cocineros favoritos; aquellos que nos cuecen mientras se nos cae la baba mirándolos, y nos dicen lo estupendos y mejores que somos en el mundo mundial. Y les creemos y se nos ponen los ojos llorosos de emoción. Cocineros embaucadores y recompensados. Rana apasionada “al dente”. Despidamos al cocinero que ha hipotecado la democracia de por vida de una vez por todas.

6. Fuera de Matrix. Salir de la Olla y Converger con Varoufakis



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¿Qué hacer para romper la rutina? Ver la olla. Salir de la olla. Salir de “Matrix” (en Catalunya "Itaquix"). Huir hacia adelante, no hacia atrás. Tenemos que entender que el problema que dibuja esta crisis económica y financiera se origina en un ámbito mundial y sobre otra más profunda aún crisis de valores, política y democrática. El caso europeo es flagrante, y la oportunidad de construir un nuevo partido paneuropeo para defender la democracia contra la plutocracia ha aparecido de repente de la mano de Varoufakis.

Es difícil diagnosticar cual será el punto de inflexión en el que las pobres democracias actuales se conviertan en polvo; aunque el nuevo acuerdo de comercio que se fragua en las oscuridades del Tártaro, el TTIP, se posiciona con gran ventaja como el primer disparo importante que sufrirá la democracia en su sien, un acuerdo económico defendido con uñas y dientes por el neoliberalismo europeo, y cómo no, también por el español: Mariano Rajoy, Artur Mas, Albert Rivera, y Pedro Sánchez (la conducta del PSOE en este aspecto es neoliberal).

Nuestra rutina diaria y comportamiento grupal compulsivo puede no dejarnos ver la única oportunidad que quizá la Historia nos brinde para protagonizar un frenazo a la horda neoliberal, revertir el proceso, e iniciar un nuevo proceso de reconstrucción social europeo, nacido en el Sur de Europa, y del que nuestros hijos puedan sentirse orgullosos. En mi humilde opinión, hay que encontrar la convergencia con Varoufakis, y aunque me gustaría que todos los partidos políticos españoles apuntasen en esa dirección de honestidad y principios democráticos por encima del canibalismo neoliberal, lo cierto es que ni siquiera Podemos se ha alineado claramente con él y sí con Tsipras; si bien Juan Carlos Monedero sí se ha pronunciado positiva y claramente en este aspecto en favor de Varoufakis. Mi postura personal será perseguir la única tenue luz que pueda conducir a una democracia real, y en mi opinión, con sus pros y con sus contras, Podemos es el único camino que podría conducir a la refundación de la democracia en Europa, si además le exigimos converger hacia Varoufakis, hacia esa democracia paneuropea a que hacía alusión Varoufakis en el artículo del diario "Público".

Puede parecer exagerado, pero las Elecciones Generales del año 2015 en España podrían representar el salvavidas que necesita la democracia en el mundo. El destino nos ha situado en un eje político clave. Nuestra voluntad podría hacer posible nuevas políticas sociales, humanas y democráticas frente a la plutocracia. Por primera vez en nuestras vidas tendremos la responsabilidad, el riesgo y el dudoso privilegio de decidir cómo queremos que empiece a ser el mundo que dejaremos a nuestros hijos.

Reitero que nuestra única opción es salir de la olla hirviendo, salir de Matrix. Invertir en democracia aunque perjudique nuestros intereses políticos personales. Ser muy autocríticos con nosotros mismos y con los nuestros, que no todo nos venga bien, ser profundamente empáticos, ser generosos y no egoístas, no ser arrogantes ni excluyentes, y sobre todo, experimentar la visión global de hacia dónde debería ir el mundo y los beneficios que recibirían los desheredados de la Tierra en un contexto de hegemonía europea gentil y respetuosa con los derechos humanos hacia los más necesitados, en vez de la agresividad y deshumanización con que los trata el neoliberalismo merkeliano.

Es hora de tomar decisiones. Converger hacia Varoufakis y la democracia paneuropea; o quedarnos en Matrix, para que los amos de nuestros cocineros refunden un nuevo feudalismo oligárquico, el neoabsolutismo plutocrático, o dicho de otra manera, finiquiten nuestras débiles democracias por siempre jamás.

Pudiera ser que el final del año 2015 se convirtiese, sin saberlo, en el más relevante de nuestras vidas.

Luis Díaz




jueves, 13 de agosto de 2015

De Superhombres y de la Negación de la Vida en la Fiesta



La negación de la vida. Este es el gran paradigma sobre el que evolucionaría uno de los más relevantes e importantes pensamientos morales de la filosofía contemporánea, el nihilismo. La visión de la vida proyectada por Friedrich Nietszche sería de gran influencia para los más destacados filósofos del siglo XX, como Onfray o el ya fallecido Deleuze, a través de la figura del superhombre. Deleuze nos explicaba en su obra “Nietzsche y su Filosofía”, -con la pasión que siempre le caracterizaba- el proceso intelectual que condujo a Nietzsche a la definición del superhombre.

Sin querer entrar en una explicación extensa que me aleje de la intencionalidad de este artículo, destacaré que Nietzsche reprobaba tanto a los hombres que negaban la vida –refiriéndose a las religiones que deprecian la vida terrenal en virtud de una vida “más real” en el más allá-  como a aquellos hombres reactivamente ateos que afirmaban la vida basándose en la negación de los anteriores, es decir, necesitaban a los primeros para afirmar la vida propia.

Si equivocada consideraba “la mala conciencia” de los primeros, igualmente valoraba el “resentimiento” de los segundos. La profesora de filosofía Maite Larrauri los llama cariñosamente “rebaños”, es decir, personas que se mueven negando o aceptando la vida en grupo a golpe de tambor.

Y es el superhombre quien supera estos dos estadios, es un hombre que destaca y reinventa la vida, afirma la vida no de forma reactiva, sino como proceso creativo mental individual. Maite Larrauri nos pone de ejemplo de superhombre (o superhumano) a Nelson Mandela, quien tras ser encarcelado durante años, fue capaz de crear su vida, sin “resentimiento” y sin “mala conciencia”, sin importar si sus decisiones eran del agrado de propios y extraños, y solamente fruto de la reflexión y del amor a la vida.

No puedo decir que todas las personas animalistas que afirman y aman la vida de un animal sean superhombres, pero estoy convencido de que Nietzsche las ubicaría en ese camino. Este planeta es un lugar donde durante milenios se ha negado la vida de los animales más aún que la de las personas –y casi siempre por culpa de las religiones-, han sido vistos como comida, juguetes, objetos, como una vida que no es vida, una utilidad explotable y prescindible hasta el límite más extremo y cruel.

Tener el momento y la sensibilidad para escuchar y ver la más aplastante evidencia sobre el valor de la vida de cualquier animal y su equivalencia en el cosmos a cualquier otra vida humana, pasa por comprender que asesinar un toro con una lanza no es muy diferente que empalar al lancero con la misma; partir un cochinillo en Segovia con un plato no es muy diferente que descuartizar al bebé del camarero con el mismo plato; matar al león Cecil y llevarte su cabeza no es muy diferente que matar a su asesino y colgar su cabeza en la selva.

Poder afirmar la vida propia, la vida ajena y la vida de todos los animales es un proceso creativo personal e individual, un proceso autotransformador, un proceso con consecuencias personales, un proceso introspectivo y revelador, un proceso para decidir y definir cómo ha de ser la propia vida, la propia alimentación; es un proceso que no procede de ninguna alienación colectiva ni de ningún activismo reaccionario –sobre todo cuando la vida que se afirma es de otros animales, no la propia-, sino que surge de lo más profundo de la esencia vital humana.

Mientras tanto, los pueblos religiosos y tradicionalistas de la España más decadente siguen celebrando atrasados festejos sin renovar y sin ningún valor cultural que pueda ser mayor que las vidas que depredan de forma tan salvaje; bien por entretenimiento, bien para atraer un turismo hipócrita y de falsa moralidad que les llene los bolsillos.

El precio de todos estos rituales de mal gusto es el maltrato, la tortura, y el asesinato de animales, a cargo de los que no solamente deprecian y desprecian la vida animal; sino que incluso niegan la vida con mayúsculas. La probabilística religiosidad que les rige los sesos no da ningún valor moral real a lo que ocurre en la Tierra porque esperan algo mejor y más auténtico tras la muerte.

"En verdad os digo..." 

...que la Ilustración no cuajó en España.

Luis Díaz


El artículo que escribí hace 2 años sobre el Toro de la Vega sigue vigente.
Del Rito del Toro de la Vega y de la Cultura de los Necios 




Rompe una Lanza por el Toro de la Vega