martes, 27 de febrero de 2018

Monos Presos Políticos Reyes Dioses Guerras

Fuente: https://www.instagram.com/p/BfnhMGshlFF/
Sin comas, con intencionalidad sociológica, antropológica e histórica. Con brevedad.

Todo hecho histórico, como el conflicto catalán, se comprende en su justa medida cuando los ojos que lo contemplan lo hacen desde una distancia suficiente para que los detalles no enturbien la visión de su espina dorsal. Viajaremos lejos.

Somos el mono obeso, el mono desnudo, el mono ladrón, el mono que para marcar su territorio cambió los gritos y la orina por himnos y banderas, el mono que encarcela y hace sufrir a especies hermanas y a todas las demás, también a la suya; el mono carnívoro que desgarra en la mesa los cadáveres de otras especies mientras ríe, se enoja, lamenta, y se exhibe sobre política, justicia, reyes y dioses. Su Justicia no es aplicable a las vidas que consume. El mono cínico.

No mirar a las estrellas desde abajo, observar la humanidad desde más allá, desde miles de millones de años luz de distancia, viajar mentalmente, ser los dioses, para entender la levedad de la existencia, y desde el silencio del cosmos, un agnóstico viaje mental de vértigo, soledad, asombro y agotamiento de nuestra capacidad de imaginar hacia el final del Universo conocido para, de repente, girar la cabeza, mirar hacia nuestro tan ignoto como despreciable Planeta, y con los ojos del recuerdo intentar percibir el hedor soberano de la orina de unos y de otros.

Justicia ciega ante el dolor y la profunda desigualdad, y de perfección áurea en su micción nacional en un contexto de debilidades democráticas usadas imprudentemente por todos como punto de apoyo de la palanca social.

La guerra invisible que nadie vio pareció terminar. Se escuchan saqueos y lamentos. Huidos. Hay políticos presos y presos políticos, según mire la ciega y áurea Justicia o la perspectiva sea la de humanidad y convivencia. Solamente queda anestesiar a la red para mantener a los Reyes en la baraja.

Luis Díaz