jueves, 31 de enero de 2013

De Rajoy y del País de las Maravillas



Desde que el actual Presidente del Gobierno llegó a la Presidencia de la Secretaría del PP, no ha ahorrado esfuerzos para convertir a España –desde la oposición y desde el Gobierno- en el País de las Maravillas, y para ello nos puso a los españoles el disfraz de su niña, “la niña de Rajoy”, la ingenua Alicia que tendría que confiar ciegamente en él para guiarla por esta mágica patria.

Ya sabemos que al País de las Maravillas llegamos desde los sueños de muchos españoles, y atravesando el espejo de la verdad; nos pareció normal que los problemas grandes de Rajoy se hicieran pequeños y los problemas pequeños de los demás se hicieran grandes, que la corrupción apareciese y despareciese a voluntad, que los cargos públicos pagasen 364 cumpleaños al año con dinero público; pero no ha sido hasta que las lágrimas de Alicia han estado a punto de ahogarnos, cuando nos hemos dado cuenta de que tenemos que parar de llorar.

Y no sólo eso. También tenemos que despertar y salir del cuento. El vaso ya se ha desbordado. Ante el escándalo de corrupción del extesorero del PP -Luis Bárcenas-, y la posible implicación de miembros del PP, las explicaciones del Gobierno son insuficientes y arrogantes, siguen en el País de las Maravillas: que si el conejo tiene prisa, que si el sombrerero está loco, que si “que les corten la cabeza”…

Ya basta. El Gobierno de la Nación pretende seguir confundiendo a la pequeña Alicia, que ya despierta se está dando cuenta de que el cuentacuentos no es el maestro Lewis Carroll, sino el cuentista Mariano Rajoy y su entorno.

Luis Díaz

domingo, 27 de enero de 2013

Del Nuevo Gobierno y del Libre Albedrío



Justifica la doctrina católica los grandes males de este mundo contando que el dios que adoran no interfiere en la vida de los hombres de la Tierra por haberles concedido libre albedrío. Así no obstante, se percibe cierta sordera doctrinal en el pueblo ya que las contínuas pregarias y dádivas de los fieles no sólo persiguen prerrogativas en el más allá y después de la muerte –expiar sus pecados terrenales-, sino que intentan convencer a este ser todopoderoso -bien a él o a los miles de santos y vírgenes que le secundan- a conseguir logros en la Tierra y a que otros -menos avenidos católicamente- no lo hagan. 

De esta manera, los fieles no aceptan el libre albedrío divino, y le piden una y otra vez egoístamente que se haga la voluntad del mortal por encima de la omnipoderosa voluntad divina primigenia; convirtiendo el libre albedrío en una buena excusa para justificar el hambre en países africanos, pero no lo suficiente para permitir que la sociedad civil decida –por ejemplo- ser laica con total libertad y sin ofensiva religiosa.

Las herramientas del fiel para convencer al divino pasan desde el rezo intensivo, el adoctrinamiento, el cumplimiento de promesas con azotes optativos, el acolitismo más o menos fundamentalista acusando a otros de antinaturales; cuando son ellos los que explican que seres demoníacos con alas de pollo gigante adosadas en la espalda son una realidad que existe después de la muerte.  Ahora bien, el católico siempre puede evitar algunos duros procesos expiatorios ingresando en la caja del dios unas cuantas monedas, cuantas más, mayor será la comprensión divina.

Es consecuente pues que con esta crisis tan intensa que vivimos, en España hayan aumentado las subvenciones públicas a la Iglesia Católica, ya que esto forma parte de la solución global. El Partido Popular ha delegado funciones en el Nuevo Gobierno de la Nación, contratado para afrontar el gran trabajo reformista que hay por delante: el divino ejercerá de Presidente, y contará en el Consejo de Ministros con el “Corpus Christi” como Vicepresidente, la Virgen del Rocío como Ministra de Trabajo, la Conferencia Episcopal al mando del Ministerio de Economía y Hacienda, “la Moreneta” en Inmigración, los cuatro evangelistas en Educación, los evangelistas más apócrifos para Deportes, y la Vidente del Escorial como Ministra de Sanidad. Otros cargos se irán asignando sobre la marcha y sobre en mano, "como Dios manda".

Es seguro que este Gobierno llevará a España a ser una gran potencia mundial, volveremos a ser la cuna espiritual de Occidente, el nuevo renacer de la fe a la luz de las hogueras purificadoras. 

Luis Díaz

jueves, 24 de enero de 2013

De Buero Vallejo y del Eterno Retorno

Premio “Lope de Vega” de teatro por “Historia de una Escalera”, Buero Vallejo retrató la pobreza y frustración de los españoles vencidos en la sociedad de la postguerra del franquismo. En esta obra plasmó la desesperanza de la sociedad de la época, y cómo se transmitió de padres a hijos –hasta tres generaciones- la condena a la miseria que el regimen de la dictadura impuso. La escalera alberga la España de la desigualdad, del desempleo, del hastío, de la impotencia, del pesimismo, de la resignación, en definitiva, de la vida hacia ninguna parte.

Y no es casualidad que en la España democrática de hoy empecemos a sentir como familiares y propias esas sensaciones de hace más de 60 años, puesto que somos la primera generación de vencidos en una nueva postguerra económica y de poder. Nuestra escalera se dibuja como un laberinto de inaccesibles vecinos que representan arriba desde la ilegitimidad política, la soberanía tecnócrata y servilista, la deshumanización del poder, o la insensibilidad de los lobbies económicos y financieros hacia los ciudadanos abocados a la miseria; y abajo, una masa social cada vez más empobrecida, tan enfadada como temerosa e individualista, y ya nada soberana; cuya debilidad es ser incapaz en su mayoría -a pesar de los numerosos movimientos sociales- de creer interiormente que no exista otra salida que la resignación pesimista de la que hablaba también Buero Vallejo.

Ahora la Historia se repite con argumento parecido, pero esta vez tenemos motivos para trabajar por un cambio, ya que contamos con la ventaja de conocer a donde conduce la resignación: a más miseria para las siguientes generaciones. Nada mejorará cuando está en manos de quien no tiene interés en que mejore. La solución pasa por emanciparnos de los caseros de nuestra escalera por la vía democrática con nuevas propuestas de futuro nacidas en el seno de los millones de rellanos españoles ya descontentos. 

(…) ¿Dónde han ido a parar tus proyectos de trabajo? No has sabido hacer más que mirar por encima del hombro a los demás. ¡Pero no te has emancipado, no te has libertado! ¡Sigues amarrado a esta escalera, como yo, como todos! (...)
Buero Vallejo, "Historia de una Escalera"
(Acto III, Urbano a Fernando) 

Luis Díaz

domingo, 20 de enero de 2013

De Umberto Eco y de la Televisión

Que me perdone Umberto Eco por escribir sobre él y por escribir tan breve sobre una obra como la que nos ocupa; mas me siento muy a salvo en cuanto él probablemente aprobaría mi escrito como parte de una generalizada y democrática "cultura de masas".

"Apocalípticos e Integrados" (1964) es esa obra que plantea la reflexión sobre la cultura de masas, entendida desde los comics -como Superman o Steve Canyon-, el estilo "Kitsch", o los medios de comunicación masiva -mass media, como la televisión-, entre otras muchas manifestaciones de la misma. Esta forma de cultura proyecta en su libro la acalorada discusión que enfrenta y extrema dos puntos de vista radicalmente opuestos: los apocalípticos -que sólo creen en la cultura tradicional y aristocrática, y para los que la cultura de masas es "anticultura" o "subcultura"-; y los integrados, que celebran que la cultura tome numerosas formas y eclosione epidémicamente hacia cada rincón de todas las capas sociales.


En este contexto, Umberto Eco invita a utilizar la televisión para educar a los ciudadanos como complemento a las informaciones escritas, y con maestría aconseja las transmisiones didácticas para "descondicionar" al público de la televisión, a enseñar, a no contemplar la televisión más de lo necesario, a identificar si la escucha es voluntaria, si la atención es hipnosis, o si la convicción es un asentimiento emotivo.


Afirma que la televisión es un fiel reflejo de la ideología practicada en un país, y que para imbuir una visión democrática real en un pueblo, bastaría decir: "usad el medio en el espíritu de la Constitución y a la luz de la inteligencia".


Luis Díaz

viernes, 18 de enero de 2013

De Tom Payne y de los Derechos del Hombre

Los españoles de la democracia hoy nos encontramos en nuestro camino y por primera vez en la vida con un nuevo reto, un desafío que se presenta como insuperable; estamos envueltos en una batalla invisible en la que nos sentimos desarmados. Podemos agachar la cabeza, mirar hacia otro lado, escondernos; pero lo cierto es que la realidad nos mira de frente mientras nos roba los más básicos derechos y la mayoría apretamos los dientes esperando que la amputación no duela. 

La crisis económica asociada deliberadamente a una ideología político-religiosa excluyente -y no exenta de cierto paternalismo cínico e intelectual-, alcanzará un ocaso calculado y sincronizado con la misma armonía y "tempo" que nuestros derechos desaparecerán; transfigurando nuestra democracia en una dictadura oculta con su piel.


La posibilidad de un cambio total y racional en nuestra política existe. Thomas Paine, uno de los Padres Fundadores de EEUU, nos lo explica en "Derechos del Hombre" (1791) en un lenguaje llano y próximo: libertad, igualdad, redistribución de la riqueza, no a la fiscalidad abusiva de los más débiles, la democracia real y la soberanía del pueblo, contrario a la pena de muerte -a la ejecución de Luis XVI-. Gran defensor de los valores aportados por la Revolución Francesa, escribió esta "Biblia de los Pobres", que debería servirnos para no agachar la cabeza, convertirnos en un pueblo orgulloso por motivos ajenos a los deportivos,  y hacer nuestros y con la misma intensidad los problemas de todos y cada uno de los demás.


Persiguiendo la libertad, la igualdad y la fraternidad, podríamos ser una sociedad implicada, asociativa, comunicada, valiente y solidaria, buscar nuestro sitio, dar paso y apoyo a otros movimientos políticos nuevos que surjan desde la masa, creer y apostar por esa pacífica "Revolución Francesa Tecnológica" que lideran personas anónimas, con alta formación y sin trabajo, y que suponen una regeneración de la política, personas que serán severas con la corrupción y el tráfico de poder, y que podrán construir la utopía, transportando los "Derechos del Hombre" que se redactan mil veces cada día en las redes hacia el Congreso. La otra opción es quedar siempre en manos de unos gobiernos y partidos acomodados, que ya hace tiempo que son mediocres prisioneros -cuando no cómplices- de esta guerra política y de poder encubierta, cuyo ariete contra la crisis son los abuelos, los enfermos, los discapacitados, los débiles, las familias desprotegidas y la educación de los pobres. 


"Señor, le presento un pequeño Tratado en defensa de los Principios de la Libertad que su ejemplar Virtud ha contribuído de modo tan eminente a establecer. Que los Derechos del Hombre lleguen a ser tan universales como pueda desear la Benevolencia de Vd., y que pueda Vd. gozar de la Felicidad de ver cómo el Nuevo Mundo regenera al Viejo (...)"
Thomas Paine, "Derechos del Hombre", a George Washington, Presidente de los Estados Unidos de América

 
Luis Díaz

miércoles, 16 de enero de 2013

De Nicolás Jouve y de Galileo Finalmente Quemado



El Catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares y nuevo miembro del Comité de Bioética Español, Nicolás Jouve de la Barreda, ha lanzado un órdago para desvincular los estudios que asocian la homosexualidad a la genética, tal como se desprende de su “Jornada sobre La Homosexualidad: una reflexión científica y moral”. 

Un Catedrático como Nicolás Jouve –por muy católico que fuere, que lo es- sabe perfectamente que las conclusiones sobre genética deberían seguir exclusivamente métodos científicos y nunca morales y religiosos -como es el caso de su informe.  El método científico y experimental nació con Galileo Galilei durante el Renacimiento, y por algo Galileo ha sido llamado el padre de la Física moderna.  A pesar de sus creencias religiosas, tuvo la dignidad de priorizar el método científico sobre la moral y los intereses eclesiásticos de la época, que estuvieron a punto de acabar con su vida en la hoguera.

Ahora bien, que los árboles nos dejen ver el bosque. Nicolás Jouve sabe perfectamente que su trabajo no pasará de convertirse –desde el punto de vista científico- en hoja parroquial. El Catedrático juega sucio porque persigue disfrazar con piel de ciencia opiniones doctrinales al dictado de los intereses de altas instancias eclesiásticas, con objeto de apoyar la campaña de propaganda en contra del matrimonio homosexual que se está llevando desde el Vaticano. 

No considero casual que Jouve aparezca justo en la cruzada anti-matrimonio homosexual de la enquistada Iglesia Católica Española; así como cuando Francia y Hollande se enfrentan a la aprobación del matrimonio homosexual.  Jouve es una útil marioneta con un título de genética, cuyos hilos son movidos por el Nuevo Santo Oficio, que muy preocupado por paliar una "pandemia" de matrimonios homosexuales en Europa, no ha dudado ni por un segundo, esta vez sí, en quemar a Galileo.

Luis Díaz

domingo, 13 de enero de 2013

De Platero y de la Cocina Caníbal



Roland Topor (1938-1997) ha sido uno de los grandes autores originales del siglo pasado. Con un casi hiriente humor negro ha elaborado provocadoras recetas de ”Cocina Caníbal”. Es un ejemplo la receta del “Inocente en Apuros”:


"Coja a un inocente, desnúdelo, pisotéelo, dele patadas, mátelo, córtelo en trozos de un mismo grosor y métalo en la olla con un gran trozo de mantequilla, sal, pimienta, especias, chalotes y perejil picado. Déjelo freír un tiempo, añada un trago de vino blanco y un poco de caldo. Cuando el inocente empiece a hervir, retírelo del fuego y sírvalo sobre un mantel bien apurado. Cómalo discretamente mientras habla de otra persona”.


Es difícil quedar indiferente a este tipo de textos vanguardistas porque consiguen transmitir y contagiar al lector cierta ansiedad y empatía hacia los seres humanos cuyas vidas son arrebatadas para ser convertidas en ingredientes de cocina. El poco valor dado a la “vida” en las recetas alcanza el efecto contrario. 

Y quizá la reflexión de esta lectura nos podría predisponer para empatizar también con el valor de la “vida” de otros animales que nuestra sociedad habitualmente consume con el mismo tono despectivo y rutinario que Roland Topor exhibe en sus recetas cuando habla de personas. Baste sustituir las palabras de la receta que hablan de animales ‘homo sapiens sapiens’ por otros animales como “pollo” o “pulpo” para que la macabra receta transmute en algo conocido y muy apetitoso. 

Aunque la misma cavilación en defensa de la "vida" de los animales que encontramos tras leer a Roland Topor, podríamos también hallarla en la narración lírica de Juan Ramón Jiménez, "Platero y yo", pero en un tono más humano.
 
“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal.... (…)”


Luis Díaz

miércoles, 9 de enero de 2013

De Samaniego y del Neoliberalismo

Un Estado con tejido empresarial propio, público, y productivo es el perfil de un país con capacidad de generar beneficios, de independencia financiera, de enfrentar crisis económicas, y sobre todo es un país con posibilidades de, por una parte, reinvertir en sus empresas, y por la otra del mantenimiento de servicios e instituciones menos productivas y más deficitarias, pero que comulgan muy bien con los principios de igualdad y de solidaridad, con los derechos humanos, con la libertad de expresión o con las libertades individuales a que alude una y otra vez la Constitución Española.

Por tanto, parece consecuente que el neoliberalismo de Estado y su obsesión privatizadora del patrimonio común, es una perversa actitud -aunque legítima- que siembra un negro futuro democrático
contrario a nuestro espíritu constitucional.

Desde posturas neoliberalistas, siempre se esgrime el mismo manido argumento de la no productividad de la empresa o de los servicios públicos para justificar su transferencia al sector privado. Sin entrar a valorar qué caminos lícitos e ilícitos pueden llevar a una empresa potencialmente productiva a ser deficitaria, estas posiciones ponen en evidencia la incompetencia manifiesta de los responsables públicos que deciden deshacerse de las empresas antes que de realizar ningún esfuerzo o solución imaginativa en beneficio de todos.


El neoliberal mata al perro para acabar con la rabia, de la misma manera que privatizando el Estado se acaba con la democracia. Hoy somos un país hipotecado y sin capacidad de generar ingresos porque hemos vendido por unas pocas monedas todas las gallinas de los huevos de oro que hemos tenido, para beneficio de unos pocos, y de sus amigos.

Érase una gallina que ponía
un huevo de oro al dueño cada día.
Aun con tanta ganancia mal contento,
quiso el rico avariento
descubrir de una vez la mina de oro,
y hallar en menos tiempo más tesoro.
Matola, abriola el vientre de contado;
pero, después de haberla registrado,
¿qué sucedió?, que muerta la gallina
perdió su huevo de oro y no halló mina.

¡Cuantos hay que teniendo lo bastante,
enriquecerse quieren al instante,
abrazando proyectos        
a veces de tan rápidos efectos,
que sólo en pocos meses,
cuando se contemplaban ya marqueses,
contando sus millones,
se vieron en la calle sin calzones!

Félix Maria Samaniego, versión de "La Gallina de los Huevos de Oro", de Esopo.

Luis Díaz