viernes, 18 de enero de 2013

De Tom Payne y de los Derechos del Hombre

Los españoles de la democracia hoy nos encontramos en nuestro camino y por primera vez en la vida con un nuevo reto, un desafío que se presenta como insuperable; estamos envueltos en una batalla invisible en la que nos sentimos desarmados. Podemos agachar la cabeza, mirar hacia otro lado, escondernos; pero lo cierto es que la realidad nos mira de frente mientras nos roba los más básicos derechos y la mayoría apretamos los dientes esperando que la amputación no duela. 

La crisis económica asociada deliberadamente a una ideología político-religiosa excluyente -y no exenta de cierto paternalismo cínico e intelectual-, alcanzará un ocaso calculado y sincronizado con la misma armonía y "tempo" que nuestros derechos desaparecerán; transfigurando nuestra democracia en una dictadura oculta con su piel.


La posibilidad de un cambio total y racional en nuestra política existe. Thomas Paine, uno de los Padres Fundadores de EEUU, nos lo explica en "Derechos del Hombre" (1791) en un lenguaje llano y próximo: libertad, igualdad, redistribución de la riqueza, no a la fiscalidad abusiva de los más débiles, la democracia real y la soberanía del pueblo, contrario a la pena de muerte -a la ejecución de Luis XVI-. Gran defensor de los valores aportados por la Revolución Francesa, escribió esta "Biblia de los Pobres", que debería servirnos para no agachar la cabeza, convertirnos en un pueblo orgulloso por motivos ajenos a los deportivos,  y hacer nuestros y con la misma intensidad los problemas de todos y cada uno de los demás.


Persiguiendo la libertad, la igualdad y la fraternidad, podríamos ser una sociedad implicada, asociativa, comunicada, valiente y solidaria, buscar nuestro sitio, dar paso y apoyo a otros movimientos políticos nuevos que surjan desde la masa, creer y apostar por esa pacífica "Revolución Francesa Tecnológica" que lideran personas anónimas, con alta formación y sin trabajo, y que suponen una regeneración de la política, personas que serán severas con la corrupción y el tráfico de poder, y que podrán construir la utopía, transportando los "Derechos del Hombre" que se redactan mil veces cada día en las redes hacia el Congreso. La otra opción es quedar siempre en manos de unos gobiernos y partidos acomodados, que ya hace tiempo que son mediocres prisioneros -cuando no cómplices- de esta guerra política y de poder encubierta, cuyo ariete contra la crisis son los abuelos, los enfermos, los discapacitados, los débiles, las familias desprotegidas y la educación de los pobres. 


"Señor, le presento un pequeño Tratado en defensa de los Principios de la Libertad que su ejemplar Virtud ha contribuído de modo tan eminente a establecer. Que los Derechos del Hombre lleguen a ser tan universales como pueda desear la Benevolencia de Vd., y que pueda Vd. gozar de la Felicidad de ver cómo el Nuevo Mundo regenera al Viejo (...)"
Thomas Paine, "Derechos del Hombre", a George Washington, Presidente de los Estados Unidos de América

 
Luis Díaz

1 comentario:

  1. A estas alturas, pocos pueden ser los que no tengan claro que todos los recortes están encarados a salvar a los que nos han metido en esta situación.
    En mayor y menor porción pero todos los que nos dirigen y a todos los niveles son participes del ahogo económico. Solo falta poder tener una justicia imparcial y fuerte para poder hacer pagar lo que nos han robado.
    La pena es de que como he dicho todos forman una red con el objetivo del poder,y el dinero.

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