Miles de rituales antiguos han utilizado sacrificios humanos y animales, danzas bajo la luna y alrededor del fuego, procesiones mortuorias, rituales de fuego o orgías en los campos sembrados; y todo ello con la misma finalidad antropológica: intentar reproducir el caos que existía justo antes de la Creación primigenia, para así conseguir la renovación y purificación del mundo y de la vida, posibilitando un año más de prosperidad a la comunidad.
Mircea Eliade nos explica que esta forma de pensar y actuar –en esencia, arquetípicamente- nació en sociedades humanas inconexas en el tiempo y en la geografía. Quizá debamos pensar en consecuencia en cierta inclinación genética del ser humano a combatir sus miedos e incertidumbres con esquemas mentales idénticos, innatos e instintivos.
España se encuentra hoy en uno de esos momentos de caos, de crisis, de desgobierno, de revueltas, de protestas, de desánimo, de impotencia; y aunque culturalmente ya nos encontremos muy lejos del ritual y del mito –nada que ver con la descontextualizada Iglesia Católica-, nuestra carga genética nos conducirá irremisiblemente a la persecución de una renovación y purificación de las instituciones del país.
Y es aquí, donde debemos ser muy cautos pues la renovación sólo es posible con el cumplimiento de todos y cada uno de los rituales que conocemos: compromiso, participación, asociacionismo, solidaridad, etc. Se ha de perseguir la Democracia y ejecutar el ritual con la misma fuerza que se hace en una procesión o cualquier evento religioso, en un campo de fútbol, o en un concierto de música.
De lo contrario, quizá no consigamos renovar la Democracia, y después de la tormenta la purifiquemos en forma de Dictadura.
Luis Díaz
quina pooooorrr. Tu presi.. zamente... que eres tan reacio a las religiones ( o al menmos me lo parece a mi !!!) vas y dices que ahora o lo hacemos en plan semana Sasnta o que de lo contrario , Cataplin ::: Dictadura aque te criógenes !!! Bueno Mircea debe saber algo de tot això no ??
ResponderEliminar