martes, 7 de mayo de 2013

De Lasquetty y del Verdugo de Berlanga

El Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty- ha calificado como una “parodia” la consulta popular sobre la sanidad pública. Lasquetty debería revisar el concepto de “parodia”, puesto que el intento de los trabajadores de la sanidad pública por realizar un referéndum popular no es ninguna imitación, sino un acto de responsabilidad, casi de desesperación, y un grito de democracia ante la sordera institucional de aquel en el que esta preocupación debiera surgir por sí sola de su cargo.

Por tanto, “parodia” es otra cosa. Lasquetty encontraría en las películas de Berlanga una acepción más justa del término, e incluso quizá viérase tentado a identificarse con aquella entrañable "parodia" de verdugo que protagonizó José Luis López Vázquez en "El Verdugo", un ex trabajador de funeraria reciclado en un verdugo que no es capaz de matar.

Pero que no se engañe Lasquetty. Lo suyo no es "parodia". El verdugo de la Sanidad Pública lo hace sin que le tiemble la mano. Jubilar forzosamente a 700 magníficos médicos con una experiencia de valor incalculable para nuestro futuro es la acción de un gran verdugo, un corte de cabeza limpio, la pérdida de nuestro ‘know-how’ médico. Además, el desprecio, la premeditación y alevosía de esta acción del Consejero de Sanidad, así como su falta de ética, explicaciones, despedidas, o agradecimientos a unos profesionales que han dedicado su vida a los demás y han salvado tantas vidas, refleja un alto sentido de la obediencia fiel e incuestionable a su partido. Lasquetty no es una "parodia" de un verdugo, tan sólo es una "farsa" de un Consejero de Sanidad Pública.


Apues, ya se ha inseminado con el gen de la podredumbre a la sanidad pública. Con recortes y sin los profesionales de prestigio, ya sólo es cuestión de tiempo que empiece a degradarse hasta tal punto que en el imaginario de los madrileños -para empezar- se forme la idea de que la mejor sanidad es la privada, momento en que todos empezaremos a olvidar que “cualquiera tiempo pasado fue mejor”… en la pública.

Madrid es la primera, pero no será la última. No olvidemos.

Luis Díaz

6 comentarios:

  1. Teresa Newton-John8 de mayo de 2013, 11:18

    Lo recomiendo !!

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  2. Un buen final para el verdadero propósito. Lo que quieren es recolocarse todos ellos, los del PP, en puestos hasta sus jubilaciones, para eso está escrito el intento de privatización.

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  3. Comparto tu opinión. La gran hipocresía neoliberal es que la gran defensa de lo privado siempre se crea, se ejecuta, se mantiene, y se rescata con fondos públicos.

    Agujerean la caja de lo público y recogen las monedas que caen en el bolsillo privado, el suyo claro.

    Un saludo. Luis

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    1. Lo más curioso es que estos "neoliberales" no solo no bajan los impuestos sino que los suben. Lo que más me suele preocupar no es tanto que sean de cierta corriente política sino que no sean consecuentes con su propia doctrina, lo cual me hace temer que no solo la no perfecta doctrina (ninguna de momento) traiga problemas sino que eso sumado a las geniales ideas de los gobernantes nos haga acabar de campesinos a manos señores feudales de aquí a cincuenta años.

      -Maese.Eidos

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    2. En el fondo, Maese Eidos, la intensidad de fidelidad a la doctrina que profesan es directamente proporcional a los ingresos que les pueda proporcionar ser infiel.

      En este contexto, por ejemplo, se entiende perfectamente el por qué la alta Jerarquía de la Iglesia está más interesada en adoctrinar los bolsillos de los fieles que en paliar o luchar contra la desigualdad social.

      Saludos. Luis

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