Onze de Setembre, la Diada de Catalunya. El pueblo catalán
celebra en tono reivindicativo el Día Nacional de Catalunya. Se quiere decidir
de forma democrática otro futuro para Catalunya porque ya se considera que el
actual modelo económico, institucional y de ordenamiento político ha fracasado.
Se persigue un cambio social profundo, democrático y pacífico, desde abajo, de
ruptura, basado en una reflexión plural del pueblo, y que requiere una
ciudadanía activa y participativa, con gran nivel de auto-organización y de
movilización social.
Las medidas básicas y de urgencia de este cambio incluirán
–entre muchas otras- la expropiación de la banca privada, la defensa de una
banca pública y ética, freno a la especulación financiera, fiscalidad justa,
auditoría de la deuda e impago de la deuda ilegítima; salarios y pensiones
dignas, no a los despidos, reducción de la jornada laboral, democracia
participativa, reforma electoral, control de los cargos electos, eliminación de
los privilegios de los políticos, lucha contra la corrupción; vivienda digna
para todos, dación en pago retroactiva; no a la privatización, reversión de los
recortes, potenciación del sector público bajo control social; derecho al
propio cuerpo y no a la violencia de género; reconversión ecológica de la
economía, expropiación y socialización de empresas energéticas, soberanía
alimentaria; derechos de ciudadanía para todos, no a la xenofobia, derogación
de la legislación de extranjería; medios de comunicación pública bajo control
democrático, aplicativos y red libre, no a la mercantilización de la cultura;
solidaridad internacional, no a la guerra, y por una Catalunya sin ejército y
fuera de la OTAN.
No es una broma, estas medidas forman parte de la atractiva
propuesta de regeneración democrática en Catalunya del “Procés Constituent” de
Arcadi Oliveres y de Teresa Forcades, con apenas 44.000 adhesiones. Dos
personas con envidiables curriculums profesionales y sociales, especialmente en
la defensa de los derechos humanos, y ahora apostando por una regeneración real
y política en Catalunya desde abajo y para el pueblo; algo que muchos
envidiamos que no haya sucedido todavía en el marco español, al menos con esta
garantía de honestidad y esta semilla tan limpia.
La gran paradoja de la Diada de Catalunya es que el pueblo
que pide a gritos todo lo que proponen Arcadi i Teresa no los apoyarán. ¿Por
qué un pueblo que presume de “seny” deja pasar de largo el tren al que se
quiere subir; y se conforma con decir “independientes sí” o “independientes no”
a la propuesta de Oriol Junqueras y Artur Mas, sin existir ni siquiera un
proyecto político público definido para el día después?. ¿Por qué no han puesto
las cartas sobre la mesa como Arcadi i Teresa diciendo lo que van a hacer? (por
cierto, a los que se encarga de criticar duramente Pilar Rahola, después de
finalizar su maquiavélico viaje intelectual desde la izquierda catalana hacia
el trono del “rei Artur” para convertirse en su reina).
Y no sólo eso. ¿Por qué apoyar a la derecha catalana que
representa lo contrario de lo que se reivindica?... apoyar a los políticos de
siempre, a los de los privilegios, a los liberales, a los que privatizan la sanidad catalana mientras viven de lo público, a los
que carecen de sensibilidad social, a los elitistas, a los de la política económica coincidente con la del PP, a los que golpean a los
jóvenes en la Plaza de Catalunya, a los que sonríen ante los indultos, a los
que cierran juicios con acuerdos, a los que siempre tienen nombres en todos los
casos de corrupción en Catalunya…
Pienso que los catalanes este año perciben la Diada como un
partido de fútbol más del F.C. Barcelona. Si no vas con el Barça eres
españolista, y el Sabadell no existe. Renunciamos a las ideas por miedo a
desentonar.
Apostando por soluciones de este tipo aunque globales para España, no puedo dejar de enviar mis felicitaciones y respetos a Arcadi i Teresa por construir
barcos sólidos y coherentes con las personas, así como a sus adhesiones por demostrar que el “seny català” todavía existe.
Al resto, el 12 de septiembre, bienvenidos de vuelta al
sofá.
Luis Díaz
magnífico ,
ResponderEliminarEs cierto Lluis, o es blanco o es negro el resto de tonos no interesan.
ResponderEliminarPero este detalle existe en todos los ámbitos, no me parece bien.
Gràcies Evarist i Joan
ResponderEliminary si eso es asi,, porque tiran la baza y caen en ese simplismo de ,,,, independencia si o no,,
ResponderEliminarluis soy manolo d sbadell XD..
ResponderEliminarHola Manolo,
EliminarLos políticos de siempre son difíciles de curar. Piensan que el pueblo no está preparado para tomar grandes decisiones, y crean la ilusión de que decidimos el mundo, cuando lo único que decidimos es si se forran estos o si se forran aquellos.
Y nosotros nos tomamos todo como un juego.
Un abrazo. Luis