La saga cinematográfica de la Guerra de las Galaxias ha fijado
en nuestra memoria colectiva un creativo bestiario de personajes, donde me gustaría
resaltar al gobernador del crimen, Jabba
the Hutt. Es difícil olvidar a este gigantesco sapo con cuerpo de gusano, responsable
de contrabando, tráfico de armas, esclavitud, piratería espacial, y como no, de
decorar su palacio del desierto de Tatooine con Han Solo después de congelarlo en
carbonita.
Jabba se hacía acompañar de su brazo derecho Bib Fortune, jefe
de la mafia galáctica al mando de todo tipo de criminales,
caza-recompensas, contrabandistas o
asesinos; así como de una especie de bufón, un sádico mono-lagarto de risa chillona
e irritante, Salacious Crumb.
De la ficción a la realidad. La actividad criminal en la galaxia de Jabba the Hutt y su entorno decadente se hizo muy popular y especialmente en Estados Unidos, debido a que el imaginario popular empezó a relacionar rápidamente la corrupción política real del país con el aspecto repulsivo y mórbido de Jabba the Hutt, así como con el crimen organizado que encabezaba. Si un personaje pudiese representar la corrupción, ese sería Jabba; y si una personalidad también pudiese proyectar esta corrupción, también sería sin duda la de Jabba the Hutt.
De la ficción a la realidad. La actividad criminal en la galaxia de Jabba the Hutt y su entorno decadente se hizo muy popular y especialmente en Estados Unidos, debido a que el imaginario popular empezó a relacionar rápidamente la corrupción política real del país con el aspecto repulsivo y mórbido de Jabba the Hutt, así como con el crimen organizado que encabezaba. Si un personaje pudiese representar la corrupción, ese sería Jabba; y si una personalidad también pudiese proyectar esta corrupción, también sería sin duda la de Jabba the Hutt.
Ahora bien, si extrapolar el crimen de la Guerra de las
Galaxias a la corrupción española es muy aventurado; lo que no lo es será
adaptar sus formas y estructuras a nuestros esquemas de pensamiento: Jabba the
Hutt es un símbolo de poder y corrupción, es el sistema. El rol de Bib Fortune se ajusta al rol de Mariano Rajoy, es el líder ejecutor cuyo prioritario fin es el
mantenimiento de este estado de poder y corrupción al que sirve. Salacious Crumb, el mono-lagarto, también juega un papel muy
importante. Es el bufón del poder, la distracción, el despecho, la
indiferencia, la insensibilidad. Es el antagonista que llama la atención y roba contínuamente el
protagonismo gracias a esa risa nerviosa e irritante y a su comportamiento cruel
e irracional. Es evidente que en el Gobierno actual, el equivalente de este papel lo está
ejecutando con maestría el Director de La Razón, Paco Marhuenda, desde todos los foros-espectáculo de
debate televisivo a los que el tiempo le permite asistir.
Aunque representa lo mismo que Salacious Crumb, sus
formas son distintas. Entretiene y hace disfrutar al poder con su propio estilo
personal: viste una capa virtual de profesor para santificar todas y cada una de sus
palabras, y se presenta de forma condescendiente como asexuado ideológico, para
punto y seguido y pidiéndolo por favor pasar a devorar a su contrincante desde
la neutralidad; y terminar el rito dando gracias a Dios y arrojando pétalos de
rosas sobre el sistema corrupto en el que se encuentra y siempre se ha
encontrado muy cómodo.
Jabba the Hutt está muy contento con Marhuenda. Provoca
aplausos y risas en los altos círculos empresariales, en las cenas de
banqueros, en los viajes oficiales del Gobierno en avión a Suiza, en las
fiestas de Ana Mato; y aunque no tiene una risa irritante ni eleva nunca el
tono de su voz más de lo debido, sí que provoca los mismos efectos que la risa
nerviosa de Salacious cuando justifica su hipocresía simulando comprensión ante el dolor
y desahucios de muchas familias para terminar apostando por la actuación de la Banca
y por la indefensión de las mismas.
Y en esta escena de la película estamos. El héroe Han Solo congelado en el palacio de
Jabba the Hutt; la princesa Leia Colau prisionera y continuamente atormentada
por Salacious Marhuenda; la banca y la prima de riesgo prostituídas por Jabba; Bib Rajoy
manejando los hilos en la sombra; y los robots, esos de momento somos todos los
demás.
Luis Díaz
Et falta una peça que de moment no sé sap quin paper juga PEDRO JOTA
ResponderEliminarBona entrada Sebastià!
EliminarComo bien dices, Pedro J. es una incógnita. Ahora bien, a nivel personal te puedo explicar que muchas veces imagino lo que está pasando en España como una obra de teatro. A pesar de existir siempre cierta improvisación, una obra de teatro sigue siempre un guión.
Y si bien el PP ha proyectado esta legislatura hundir el Estado del Bienestar y además volver a ganar las Elecciones; eso sólo se puede hacer con 2 equipos: el del poli bueno y el del poli malo.
Hasta ahora, el poli malo ya está reventando todos los derechos, quizá dentro de poco veremos al poli bueno con cara de Gallardón o Soraya, presentando el Ave Fénix del PP.
En este escenario, Pedro J. podría ser el que se aseguraría que el poli malo fuese bien malo, para conseguir la confianza necesaria del pueblo y bendecir después al poli bueno como el elegido de Dios, y a quien debemos votar.
Resultado final de la estrategia: Estado del Bienestar destrozado + sigue gobernando el PP.
Sacrificio por la causa: Rajoy. Ya se le pagará bien.
Saludos. Luis
Luis, según dices, imaginas muchas veces que “lo que está pasando en España es una obra de teatro”.
ResponderEliminarPermíteme que te diga que, a mi juicio, asistimos a una representación teatral pero no sólo en España. Todo el orden mundial lo es.
Los gobernantes son intérpretes de un guión y obedecen órdenes de un poder que está por encima de los Estados.
Los ciudadanos somos el público asistente pero tan anestesiados que nos creemos la historia y hasta participamos emocionalmente de ella. Solo tienen que apretar un botón y la gente se mueve. ¡Vamos, como el pastor con el rebaño!
Hablas del papel de algunos dirigentes del PP ¿acaso los del PSOE no interpretan? ¿o los de CiU? O la Merkel o el Sr. Obama? ¿Quién creéis que coloca a los dirigentes, el pueblo?
Hola JL,
EliminarNo estoy seguro si leer tu comentario en un tono crítico o reflexivo.
En cualquier caso estoy de acuerdo con lo que expones y creo no haber escrito nunca lo contrario. Es cierto que el PP se lleva la palma en mis artículos, pero es lógico, es el momento que vivimos, es quien gobierna en estos momentos tan críticos, un partido político con origen franquista y con una mayoría absoluta.
Si buscas verás que CIU tampoco ha salido bien parada en mis textos, pues es un PP en potencia pero sin pasado franquista.
Del PSOE no he hablado prácticamente nada, pero es que no vale ni la pena. Creo que están condenados al Grupo Mixto, y lo tendrán bien merecido.
De IU me gusta la propuesta de IA, aunque desconfío profundamente si emanciparán a este hijo o lo devorarán.
De tu comentario también coincido en que a los dirigentes es el pueblo el que los elige. Y ese es precisamente el único motivo que me lleva a mantener este blog.
Despertares. Bajar el telón.
Saludos. Luis
Gracias por tu respuesta Luis, Sigo con atención el blog y coincido con la mayoría de tus opiniones, por supuesto en alguna ocasión no. Igual respecto al resto de los intervinientes.
ResponderEliminar¿Leer mi comentario anterior en tono crítico o reflexivo? Verás, criticaba tu fijación con el partido en el poder (PP) cuando lo que vivimos es una alternancia de partidos, programada, al estilo siglo XIX ¿recuaerdan? Aunque sin Cánovas y Sagasta y simulando la libre elección por los ciudadanos.
¿El PP pasado franquista? Mira, respecto al franquismo esta es mi opinión: Cuando Franco, la mayoría era franquista. A su desaparición unos mantuvieron su identidad y otros (la mayoría) se camuflaron al estilo camaleónico, en determinados casos se convirtieron en demócratas de toda la vida o en aburguesados nacionalistas, sustentadores de tal ideología. Si Franco resucitase volveríamos a estar rodeados de franquistas exdemócratas.
Recuerdo a este foro que determinados aspectos psicológicos influyen en las decisiones individuales (el miedo a… o el interés personal) cosa conocida por el poder, de ahí la manipulación que hace de los sentimientos de las personas.
Por último, en mi opinión, no es el pueblo quien elige a los que le gobiernan; por lo que discrepo de ti y de la mayoría.
Un saludo afectuoso.
Este último párrafo se correspondería con la parte en la que invito a la reflexión.
ResponderEliminarEn cuanto al tema franquismo lo considero obvio. O ¿acaso Augusto no fue emperador rodeado de exrepúblicanos? o ¿acaso la democrática Alemania no partió de exnazis?
Hola JL,
EliminarGracias por tus comentarios. Me alegra que sigas el blog y me inspira a seguir escribiendo. Apuntas cosas con mucho criterio y sólo necesito un par de matices.
1) La teoría democrática dice que el pueblo elige a sus gobernantes (en un entorno ideal). Ahora bien, cuando cuestiono contínuamente nuestra democracia, creo no entrar en contradicción contigo... Lo siguiente es perseguir que la teoría sea aplicable de verdad. Hay medios y tecnología para que el pueblo elija a sus gobernantes, e incluso para que los fiscalice y controle con el acoso que hiciera falta. Hoy no es así, es un reto, ha de ser un objetivo optimista, y no renunciar nunca al concepto. Hace tiempo que pienso en un artículo de este tema.
2) Quizá en vez de hablar de fijación con el PP, deberíamos hablar de acción-reacción. Los artículos responden en muy bajo porcentaje a decisiones ilegítimas del PP que están perjudicando muy seriamente al país. Con la que está cayendo desde el PP no encuentro prioritario hablar de Rubalcaba por 2 razones: una por lo que tu explicas, esta especie de bipartidismo absurdo y pactado; la otra porque percibo que esta vez el PSOE nunca volverá a ser lo que fue, y no suelo asistir a los velatorios.
Hablar de las raíces que cada uno lleva es un asunto más difícil de defender en pocas líneas, sobre todo si se llevan en maleta o maletín. Unas raíces que proporcionan prestigio, dinero, poder, patrimonio serán difícilmente cuestionables por sus afortunados herederos, por mucha sangre que hayan costado.
Un abrazo. Luis