domingo, 1 de junio de 2014

Del Mayo Revolucionario y De Vestir Algunas Flores En el Pelo Cuando Vayas a Can Vies



Los Años Dorados es el nombre con que se conoce a la época que transcurre entre la Segunda Guerra Mundial y la crisis de principios de los años 70. Fue un periodo de crecimiento y riqueza de ámbito mundial sin precedentes, que llegó a Europa de la mano de un capitalismo occidental que había sabido conjugar el liberalismo con un cierto socialismo,  y que dio lugar al Estado del Bienestar de los países industrializados.

Fueron tiempos de grandes cambios, con una gran inmigración del campo a las ciudades por la mecanización de la agricultura, la liberación de la mujer, el gran auge de las profesiones que requerían estudios superiores, y el acceso masivo de estudiantes de clases bajas y medias a estos estudios universitarios; otorgando a la población estudiantil universitaria -ahora de izquierdas- de un poder de gran influencia política y social, radical e inconformista.

La violenta revolución social que estalló en Mayo de 1968 en Paris y se extendió por todo el mundo como la pólvora, fue la crónica de la muerte anunciada de una prosperidad económica que ya había comenzado a remitir dejando una estela de paro, huelgas de trabajadores, y protestas estudiantiles; un escenario en el que se instaló en la juventud un sentimiento antibelicista en medio de guerras de descolonización; mientras que en Estados Unidos, la Guerra de Vietnam y las impactantes imágenes televisadas, dejaba en evidencia las miserias de la Administración americana ante todo el mundo, potenciando movimientos pacifistas de gran calado social.

La revolución social de 1968 estuvo orquestada por una revolución cultural que representó el triunfo del individuo sobre los estereotipos sociales del momento y una libertad individual sin reglas. Fue el culto al Sex & Drugs & Rock’N’Roll, a las consignas “Love And Peace”,  a la manifestación de una nueva forma de vida revolucionaria, al culto a la eterna juventud, a la rebelión contra lo preestablecido, y al descontento contra el capitalismo actual, la sociedad de consumo y la guerra.

Las elecciones europeas de 2014 han puesto de manifiesto que una nueva izquierda parece ahora rebelarse en toda Europa, una izquierda joven, comprometida y renovada, que surge del pueblo, de los ciudadanos, y no de la clase política que sigue anquilosada en el poder, en medio de corruptelas, servilismos y mediocridad.

Hoy he pasado por el centro social autogestionado de Can Vies, en el Barri de Sants, cuyo intento de derribo ha sido una víctima más de la política urbanística del Ayuntamiento de Barcelona. Mientras la ciudadanía intenta reconstruir el edificio, y reorganizarse contra la crisis, la Administración Trias dedica el presupuesto municipal a comprar cemento y ladrillos, y a colapsar Barcelona de obras por los cuatro costados.

La excavadora de la foto conquistada con flores por los ciudadanos de Can Vies me ha traído viejos recuerdos que, en medio de este entorno de crisis y de albores de cambio en las izquierdas de Europa, me han transportado al pacifista Festival de Monterey de 1967, donde mientras Hendrix hacía estallar las bombas de Vietnam con su guitarra en "Star Spangled Banner", Scott McKenzie cantaba aquel himno que invitaba a venir a San Francisco con flores en el pelo. 



If you're going to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you're going to San Francisco
You're gonna meet some gentle people there

For those who come to San Francisco
Summertime will be a love-in there
In the streets of San Francisco
Gentle people with flowers in their hair

All across the nation such a strange vibration
People in motion
There's a whole generation with a new explanation
People in motion people in motion

(…) 

Scott McKenzie "San Francisco (Be Sure To Wear Some Flowers In Your Hair)"


Luis Díaz
 

4 comentarios:

  1. Defender los derechos y luchar contra esta lacra de ladrones de guante blanco que nos han llevado a la miseria que nos encontramos, es cuanto menos un honor y una esperanza para un futuro justo y equilibrado.
    En lo que no estoy de acuerdo es en que para defender ese centro o cualquiera aya que reventar negocios, coches....
    Tampoco estoy de acuerdo en formas desproporcionadas de defender el orden.
    Me parece que romper lo ajeno no te da mas razón y tampoco te hace mas valiente.
    En resumen si estoy de acuerdo en cambiar el orden político y que sea ya de una vez el momento de la verdad.

    Un saludo para tod@s.

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    1. Gracias Joan,
      Se ha de condenar siempre la violencia, y en este caso, la gasolina la trajo el Ayuntamiento de Barcelona.
      Saludos. Luis

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  2. Felicidades por la entrada. La historia son ciclos y parece que estamos ante otro.Lástima que pese a que muchos errores son iguales al pasado los volvemos a cometer.

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