Siempre confié que, en el fondo, las instituciones catalanas apostarían por un “Derecho a Decidir” desde la serenidad y la responsabilidad, en tiempo de estabilidad y no de crisis; no desde las fiestas de banderas alienantes y desde la exaltación propagandística. Y aunque todos somos conocedores de que cada periodo electoral se nutre de estos poco democráticos ingredientes, aquí no estamos hablando de una decisión "que si te equivocas, a los 4 años, la cambias". Se trata de una decisión para siempre, una decisión política, vital, existencial, económica, social, familiar ..., y que reclama un análisis profundo y un conocimiento hasta la saciedad por parte de la población de todos los pros y los contras, antes de tomar cualquier determinación. Pero los independentistas nos venden muchos pros y ningún contra, diciendo que eso les toca a otros. Pero No. Eso les toca también a ellos. Si se preveen víctimas económicas, se tiene que conocer; no basta con una valoración "macro" de que en promedio saldremos ganando, asimilando las personas a daños colaterales, como hacía Aznar hace algunos años.
Un proyecto como la independencia no debería ni siquiera plantearse con las mangas de sus actores llenas de cartas que no se quieren mostrar. Si hay miles de votantes que un día votarían Si y otro día votarían No, el respeto exigiría plantear la fractura política en tiempo de calma, estabilidad y serenidad, "amb seny"; pero saben muy bien los independentistas que cuando Catalunya está en calma y prosperidad, su "Derecho a Decidir" se decantaría sin ninguna duda hacia el unionismo; y en el fondo, de lo que habla el independentismo no es de "Derecho a Decidir", sino de que "al enemigo español, ni agua", y "como en la guerra, todo vale", el "Derecho a Decidir de la Crisis" es el "ahora o nunca" de las tradicionalmente minorías independentistas
Y mucho menos se ejerce el "Derecho a Decidir" secuestrando unas Elecciones Autonómicas y proclamando que es un Referéndum. Es obvio que el "Derecho a Decidir Votar en Clave Autonómica" no tiene ningún valor para los que se erigen como adalides de la democracia; a la vez que esperan sacar ventaja de este hecho; y no solamente forzando que los ciudadanos voten las Autonómicas con diferente criterio de fondo (transcendental vs no transcendental), sinó que además pretenden dar categoría de plebiscito a un recuento de votos acorde con la Ley de Hont, donde una persona no es un voto. Su excusa es que no pueden cambiar la ley española, pero la realidad es que han sido incapaces de ponerse de acuerdo durante meses para articular una Ley Electoral Catalana; y mientras se atreven con la Constitución, respetan una simple ley de rango menor. ¿El por qué? Les es más favorable la Ley de Hont para sus intereses que el auténtico "Derecho a Decidir".
Y la primera cosa que debemos conocer de la lista única es que lleva a Artur Mas y Oriol Junqueras en las posiciones 4 y 5 respectivamente; y que es una lista encabezada por Romeva, por Forcadell y por Casals. Es decir, el independentismo se presenta a las elecciones pasando antes por la peluquería, puesto que para combatir a las izquierdas "En Comú” no pueden presentarse como lo que apoyan, un futuro gobierno con una Presidencia neoliberal, puesto que ya existe el acuerdo de que en la nueva Catalunya, el gobierno será para Artur Mas al 60% y para Oriol Junqueras al 40%, es decir, más de lo mismo en Itaca. ¿Por qué se esconden entonces detrás de las figuras de Raúl Romeva, de Carme Forcadell i de Muriel Casals? La respuesta es de primaria: porque los 3 primeros de la lista “venden” mejor entre las gentes, para “cazar” votantes de izquierda; en definitiva, para que el "Derecho a Decidir" se ejerza en una noche oscura donde todos los gatos son pardos, hasta los neoliberales. Honestidad implica decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; incluso explicar lo que puede no gustar al votante potencial.
Y es que el ¿a dónde vamos? es de vital importancia. Solamente se dice que “todo irá mejor” con la independencia, como si se tratase de una cuestión económica simplemente. En Catalunya, la Sanidad Pública se privatiza por "vocación" neoliberal, y con connivencia de ERC, para quien el fin de la independencia justifica cualquier sacrificio (mientras no incluya a las familias de los que deciden quién se puede quedar en el camino –¿no decía Pablo Iglesias que esto era la definición de “casta”?). Si ganan la independencia ¿prometen no aplicar esta política cínica e hipócrita de privatizaciones en la nueva Catalunya? Eso sería tanto como decir que Artur Mas –que sería por el actual acuerdo el Primer Presidente de la nueva Catalunya- hubiese viajado desde el neoliberalismo al marxismo en una noche. Si Maquiavelo levantara la cabeza...
La siguiente web es un claro ejemplo de las políticas de Artur Mas hacia la Sanidad Pública, y donde no se necesita ser un lince para ver que los recortes en Catalunya no son una cuestión económica, sino más de lo mismo, ideología neoliberal: Dempeus per la Salut Pública.
Seguiré siendo partidario del Derecho a Decidir mientras que los ciudadanos puedan votar libremente, sin propaganda partidista, con debate profundo, y con conocimiento pleno de lo bueno y también de lo malo de una posible independencia. Pero hasta que llegue ese momento, seguiré denunciando que el escenario de la independencia no es trivial, puede tener grandes ventajas, pero también duros inconvenientes,y mientras estos últimos se desconozcan, estaremos ejerciendo no el "Derecho a Decidir", sino el “Derecho a Jugar a la Ruleta Rusa”, un juego en el que, por muy democrático que lo pinten, no todos ganan, y la Historia ya nos ha enseñado que los que nunca suelen ganar son los que menos tienen.
Luis Díaz