domingo, 5 de julio de 2015

Del Grexit y del COMECON



Grecia ha gritado de forma contundente OXI a la Troika, y estoy convencido de que tanto la UE como el Banco Central Europeo no dejarán que Grecia salga del Euro. Finalmente y muy a su pesar, cederán ante Tsipras aún a riesgo de que esta decisión favorezca los intereses de partidos políticos anti-neoliberales, como Podemos en España.

Y aceptarán a Grecia por una cuestión de prioridades. No creo que sea casualidad que el FMI, ya poco antes del referéndum, cambiase radicalmente su postura sobre las posibilidades reales de pago de la deuda griega, al poco tiempo que Obama expresaba la necesidad de que no se dejase perder a Grecia.

Y la cuestión de fondo es que -para la desesperación de Mariano Rajoy- antes se permitirá a Podemos sacar rédito electoral en España, que a la Rusia de Putin poder ejercer su influencia sobre una Grecia en quiebra y abandonada a su suerte. El lobby americano habría perdido el sueño tan sólo con pensar en el fantasma del inicio de un nuevo bloque presoviético –cosa a la que Putin no se resistiría- y con la posibilidad de la creación de un nuevo COMECON en el corazón de Europa.

Y esto sin considerar el extraordinario y crítico valor geoestratégico y militar que supone Grecia para poder frenar la expansión del conflicto islámico, e incluso un eventual acto de incontinencia militar soviética.

El COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica) nació en Europa después de la Segunda Guerra Mundial y de la mano de la Unión Soviética, como respuesta a los planes Marshall con que Estados Unidos establecía ayudas a los países europeos que habían participado en la guerra y se encontraban en una situación económica muy complicada. El COMECON fue una especie de Mercado Común Europeo del Este que se disolvió tras la desintegración soviética, y que tenía el objetivo de establecer ayudas económicas entre los países satélite de la URSS, principalmente los europeos, y para evitar que pudiesen caer bajo el área de influencia económica americana, a través de los planes Marshall.

Si Europa desahucia a Grecia por sus deudas y sin ninguna consideración política y militar adicional, estará cometiendo un gravísimo error. ¿Se arriesgará el capitalismo a que Putin pueda rescatar a un aliado tan extremadamente valioso?

Una jugada maestra de Alex Tsipras y Syriza.
Luis Díaz

9 comentarios:

  1. Hola Luís, totalmente de acuerdo con lo que comentas, pero algunos actores de esta trama tienen muy mal perder y se toman esto como una humillación, me temo que no quedará así, y pedirán cabezas.
    Un abrazo
    Miguel Angel

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    1. Gracias Miguel Angel,

      Vamos a ver cual es la siguiente jugada de esta partida de ajedrez. Difícil de saber.

      :)

      Un abrazo. Luis

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  2. reblogueado: https://etarragof.wordpress.com/2015/07/06/agoretica-del-grexit-y-del-comecon/

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  3. Respuestas
    1. Muy amable, Enrique, y muchas gracias por la difusión.

      Un abrazo. Luis

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    2. Me sabe mal, pero la primera cabeza ya rodó ayer...

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    3. Cierto Miguel Angel :)

      Ahora la cuestión es si esa cabeza disimulará el orgullo malherido de la Troika pero tragarán, o por el contrario, Grecia se cambiará de acera.

      Atentos a sus pantallas ;-)

      Un abrazo. Luis

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    4. Pues al final cambió de acera :/

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    5. Por cambiar de acera, me refería a acercarse a Rusia.

      Al final, el miedo ha podido con Tsipras. Pero pienso que esta historia aún no ha terminado, si como dice Varufakis, van de cabeza al desastre.

      Un saludo. Luis

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