jueves, 6 de diciembre de 2012

De Esopo y las Preferentes



La fábula de Esopo “El deudor ateniense” cuenta que en Atenas, un deudor a quien el prestamista reclamaba su deuda, primero le pidió que le concediera un aplazamiento, diciendo que se encontraba en un apuro. Pero, como no le convenciera, llevó la única marrana que tenía y, en presencia de aquel, la puso en venta. Al acercarse un comprador preguntó si la marrana era prolífica, aquel dijo que no sólo paría, sino que de un modo extraordinario, pues había parido hembras en los Misterios* y machos en las Panateneas*. Atónito aquel ante sus palabras, el prestamista le dijo: “Pero no te asombres, pues también te engendrará cabritos en las Dionisias*”.

La moraleja de esta fábula es que muchos, por su propio beneficio, no dudan en atestiguar en falso lo imposible. No es difícil personificar al “deudor ateniense” como la Banca Española y al “prestamista” como los grandes banqueros, multinacionales, grandes inversores, titulares de fondos de inversión y pensiones, la Trilateral o el Club Bilderberg (en adelante “Los Mercados”), que les concedieron créditos multimillonarios; y cuyas voces llegan a España con un fuerte eco autoritario y antidemocrático a través del FMI, el BCE, el Gobierno alemán y el Gobierno español. 

Hace unos pocos años, la Banca Española ya se dió cuenta de que tendría problemas para pagar sus deudas. Entonces, decidió vender una “marrana”, que hoy conocemos como “participaciones preferentes”. Este engaño fue aplaudido y refrendado por los que  eran nuestros representantes políticos (en adelante, “La Voz de los Mercados”).

Luis Díaz


(*) Antiguas fiestas atenienses

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